¿Quiénes eran los NICOLAÍTAS?

    COMUNIDAD DE GUERREROS ESPIRITUALES

El Regreso a las Raíces de Nuestra Fé

Lo que dijo el Señor a la iglesia de Éfeso: “Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco..." (Apocalipsis 2:6)

 Lo que dijo el Señor a la iglesia de Pérgamo: "Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco..." (Apocalipsis 2:15)

Por qué será que el Señor ABORRECE la obra de los NICOLAÍTAS?

La palabra Nicolaíta proviene del griego NICO que significa dominio o conquista sobre otros y LAOS que significa pueblo, gente común, seglar o laico. De ahí podemos analizar la composición NICOLAOS que viene a ser algo así como DOMINIO SOBRE EL PUEBLO.

Creemos que el mensaje a las siete iglesias en el libro de Apocalipsis, enseña y discierne el estado espiritual que ha vivido la iglesia a través de la historia, desde los apóstoles hasta la venida del Señor.

La mención de los nicolaítas, El Señor la hace en dos iglesias, Éfeso y Pérgamo. En el caso de Éfeso, es un reconocimiento aprobado al rechazo de la obra de los nicolaítas, pero en Pérgamo es una dura reprensión por acoger la doctrina de los nicolaítas. Esto nos permite deducir que en la iglesia de Pérgamo, se había consolidado aquella corriente de pensamiento.

¿Cuál es la obra o doctrina de los nicolaítas?

Estudiando a la iglesia de Pérgamo, y la carta a ésta  iglesia podemos ver su decadencia espiritual. Pérgamo significa “Casamiento” y había decaído hasta llegar al punto de olvidar su compromiso con su Señor y definitivamente “contraer matrimonio” con otro.

 

El Señor le dice a esta iglesia: “Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás”. Apocalipsis 2:13.

La Biblia es sumamente clara en precisarnos que el trono de satanás no está en el cielo ni en el infierno, sino que en el mundo. La Palabra lo dice muy claro: el mundo entero está bajo el maligno y también Señor Yeshúa lo dijo con plena claridad: “No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí”. Juan 14:30.

 

Entonces, ya podemos saber con quien se casó la iglesia de Pérgamo. Ella no considera que debemos estar alejados del mundo y salir de él. Ella mora en el mundo y mora donde está el trono del mismo diablo. Pérgamo tipifica al compromiso que la iglesia asumió con el estado y con el mundo. 

 

Los fundamentos y principios espirituales del reino se habían echado por tierra muy sutílmente,  a fin de agradar al mundo, y a la carne  por sobre los mandatos del Señor.

 

Muchos ubican el período de esta iglesia aproximadamente por el año 320 dC en pleno gobierno de Constantino, quien por primera vez institucionaliza el concepto de césaro – papismo, y establece la presencia de un líder político y religioso, que en la actualidad se conoce como papa.

 

La obra y doctrina de los nicolaítas, consistió en JERARQUIZAR poderes en la iglesia, destruyendo el fundamento horizontal bíblico, para levantar una pirámide jerárquica por ordenanza o mandamientos de hombres. Esa es la obra y doctrina que tanto aborrece El Señor.

Así nace el clero (Nico) y el laicado (Laos). 

 

Una casta clerical con privilegios especiales, fuerte vínculo con el César y un evidente dominio sobre el resto del pueblo (laicos). Los nicolaítas comenzaron a dividir al pueblo de Dios en dos grupos. Los Clérigos que eran personas “apartadas”, doctas, espirituales y con privilegios, y los laicos que correspondían al resto del pueblo. 

 

Desde aquel tiempo comienza esa estructura piramidal dentro de la iglesia, que no tenía su fundamento en las  Sagradas Escrituras. La sencillez de la iglesia, se vio paulatinamente reemplazada por una institución organizada con jerarquías y con moldes seculares y paganos extraídos de la iglesia de Roma.

Desde siempre la organización del hombre ha buscado una estructura piramidal. El hombre tiene un hambre interno de dominio y gobierno que se imponen cuando tiene poder. Recordemos la experiencia de la torre de Babel (Génesis 11) o el de la misma solicitud del pueblo en el tiempo de Samuel, cuando se revela un desprecio por la teocracia y un anhelo por la monarquía según el modelo de las demás naciones paganas de los alrededores. Y YHVH en su IRA, les concedió un rey. (Oseas 13:11)

La Jerarquía es un mal enquistado en el corazón del hombre. Traemos como iniquidad el hambre de dominio y control sobre los demás conforme a la naturaleza pecaminosa así como traemos el deseo de reverencia y de reconocimiento. Todos queremos ser adulados y tener súbditos a nuestras órdenes: es la iniquidad en el corazón del hombre.  

 

Así lo revela la presumida solicitud de la madre de los hijos de Zebedeo (Mateo 20:20-28) ante lo cual Yeshúa responde: “Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo”. Mateo 20:25-27.

Tal como lo declara Yeshúa en el pasaje citado, la jerarquía produce un enseñoreamiento y Él no quiere eso con su pueblo. Las jerarquías son propias del hombre caído y NO de la voluntad de Dios. A El jamás le han agradado las jerarquías, de ahí que la doctrina de los nicolaítas es considerada por Él como aborrecible. 

 

La revelación de la Escritura nos muestra que el anhelo de Dios es estar en medio y no sobre su pueblo. Cuando observamos la casta sacerdotal en el antiguo pacto, parecería que Dios hubiera instituido una jerarquía eclesiástica. El sumo sacerdote era superior al sacerdote y en realidad cada trabajador tenía en el templo una tarea específica que cumplir. Uno podía entrar al lugar santísimo, pero el otro sólo hasta el altar del incienso. Sin embargo, debemos considerar que el sacerdocio, las fiestas, los sacrificios, ciertos acontecimientos y otros detalles sólo son sombras, emblemas y símbolos de lo que había de venir.

En el Nuevo Testamento, tenemos en las cartas principalmente de Pablo a los de Éfeso, Romanos y Corintios, la instrucción de los ministerios y dones del Espíritu Santo, y lo dicho por el apóstol Pedro en su primera epístola, que de ninguna manera enseñan la jerarquía en la Iglesia, por el contrario, se enfatiza la igualdad de importancia en cada uno de los miembros de la asamblea. Es decir, se deja en claro que tanto el obispo como el que sirve a las mesas, tienen la misma importancia, y no son parte de un escalafón jerárquico como lo vemos en la actualidad.

Yeshúa lo había enseñado: “…aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí. Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo”. Mateo 23:6-11.

El texto es definitivo: Dios no desea las jerarquías entre los hermanos. Los fariseos eran una casta que se atribuía  el privilegio de servir a Dios y de sentirse mejores o mas importantes que los demás. Yeshúa condenó abiertamente aquella postura hipócrita y que no dista tanto de lo que pasa en la actualidad en muchas iglesias.

 

Hoy, el término “ministro” es un grado jerárquico, y la feligresía actúa frente a los tales como si fueran algo así como seres angélicos. Esto es el legado de los NICOLAÍTAS. El clero por sobre los laicos. Pedro, entendía muy bien de ésto, así que paró (frenó) la recepción que le dieron en la casa de Cornelio: “ Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró. Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre”. Hechos 10:25-26. 

 

La actitud de Cornelio, es propia de todo ser humano que no tiene conocimiento de Dios. Es la clásica actitud religiosa que pretende hacer “dioses” de los hombres. Desde la antigüedad, el hombre ha elevado a los altares a individuos que han demostrado rasgos de piedad y de espiritualidad, ésto ha ocurrido con la iglesia de Roma, y con antiguas religiones y culturas paganas como el budismo, el zoroastrismo, el Islam, etc, etc, y  tanto la iglesia católica como cualquier denominación que se diga cristiana también está en la lista de ésta costumbre humana que Dios aborrece.

 La iglesia evangélica y la Jerarquía.

Muchos de los “ministros” de la iglesia actual no conformes con la herencia del nicolaísmo al dividir la membresía entre clero y laicos, han subdividido los ministerios en rangos jerárquicos.

Por ejemplo, ahora el apóstol es superior al profeta y éste a su vez superior al pastor. Ésto, es totalmente antibíblico. En la Biblia, los términos anciano, pastor, apóstoles, profetas, maestros, evangelistas, etc, trabajan en una plataforma horizontal y no en uno piramidal. El cargo o el nombre sólo indica el OFICIO, y nunca expresan un rango jerárquico. Es una presunción antibíblica enseñar que entre los ministerios existe un escalafón jerárquico. Esto SÓLO revela que algunas personas desean estar sobre los demás. Es muy frecuente encontrar a conocidos pastores, y que ahora se proclaman apóstoles, patriarcas, etc, como si aquéllo los elevara de rango.

Veamos lo que enseña Pedro al respecto: “Ruego a los ancianos que están ENTRE vosotros… Apacentad la grey de Dios que está ENTRE vosotros”. 1 Pedro 5:1-2.

 Las palabras de Pedro son muy claras. Los ancianos, pastores, maestros, etc NO están sobre la grey como lo reclama el nicolaísmo, sino que “ENTRE” ellos. La función del pastor no es establecer una dictadura hegemónica e infalible, sino que es servir con el EJEMPLO entre los hermanos: “no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey”. 1 Pedro 5:3.

La palabra señorío ya había sido advertida por Yeshúa  (Jesucristo) en Mateo 20:25-27, y es una característica propia del mundo y no de la que debería existir entre los hermanos.

 

Cuando un individuo se pone por sobre sus semejantes; en realidad se pone bajo una lupa o un reflector a la mirada de todos, y luego inmediatamente, las deficiencias y bajezas quedan al descubierto. Cuando la lupa es fijada en los hombres, solo podremos observar imperfecciones, pero si la fijamos en la persona de Yeshúa, solo descubriremos impecable perfección. El nicolaísmo pretende eclipsar al único que debe estar sobre nosotros: a nuestro Señor Yeshúa -Jesucristo-.

Las capillas y catedrales romanas, exhiben hasta hoy  imponentes altares y ostentosos sitiales (Luis XV) para el clero por sobre la altura de los laicos. Es el legado del nicolaísmo dentro de la Iglesia.

Los fariseos ya tenían esta costumbre de distinguirse de los demás utilizando atuendos extravagantes, y justificaban aquella forma de vestir, interpretando literalmente pasajes de la Toráh. El Señor Yeshúa (Jesucristo) habló categóricamente al respecto: “Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas”. Mateo 23:5-6.

En el cristianismo es exactamente igual: Obispos y Pastores van en los primeros asientos,  diáconos y “el resto” en la galería. ¿No es eso justamente lo que El Señor objeta en el texto  citado anteriormente?

 

 Un hermano, dijo una vez: “No existe mas grande título para alguien, que el de hermano”. No obstante, hoy el título de solo “hermano” no satisface, y los nombres deben ir precedidos por prefijos tales como apóstol, obispo, profeta, doctor u otro término que lo diferencie de los laicos.

 

Este estudio e investigación es comprobado y avalado por la historia de la iglesia y también por hombres sencillos y fieles al Señor, y no persigue el restar importancia a los ministros ni a los diversos ministerios. Por el contrario, nuestra convicción es que el cuerpo del Mesías que es la Iglesia, se componga de miembros con diversas funciones, todas con el mismo valor y todas sometidas entre sí. Nadie es mas importante ni nadie es inferior a otro (1 Corintios 12:1-31).  

 

Confrontamos las jerarquías de la tradición nicolaíta para retomar el modelo original de la organización de la iglesia primitiva. Los pastores cuidan el rebaño, los maestros enseñan, los evangelistas predican la buena nueva, los profetas dan la visión, los diáconos sirven, y todos se someten recíprocamente sin necesidad de que exista una jerarquía nicolaíta. Debemos luchar en contra del enseñoramiento de algunos que piensan que porque ejercen tal o cual oficio en las Iglesia, son mayores que los demás.

 

Esta reprobación y advertencia, ya estaba analizada en detalle por el apóstol Juan en su tercera epístola: “Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia”. 3 Juan 9-10.

Juan acusa categóricamente a este Diótrefes, revelando su altanería, soberbia y osadía al pretender ponerse por sobre los demás. La iglesia de Yeshúa, siempre ha sufrido a causa del surgimiento de hombres que luego de un tiempo se ensoberbecen e implantan una dictadura destructiva y totalmente alejada de la voluntad de Dios. Esa es la repudiable actitud del nicolaísmo que tanto mal ha traído al pueblo de Dios.

 Conclusión

Buscamos informar acerca del origen extra bíblico del sistema nicolaíta y de cultivar en nuestras congregaciones la sencillez de la iglesia primitiva que se ha perdido en la actualidad. Atacamos el nicolaísmo y no a las congregaciones ni a sus pastores. Llamamos a la reflexión y a una auditoría espiritual es nuestras congregaciones para que DESAPAREZCAN los niveles de poder por lo cual las iglesias actuales se parecen más a una empresa que a una familia de seguidores de Yeshúa.

IGLESIA CRISTIANA
1- Junta de Ancianos
2- Pastor Titular
3- Co-Pastores
4- Líderes Ministeriales
5- Asistentes

EMPRESA COMERCIAL 
1- Junta de Accionistas
2- Director Ejecutivo
3- Asistentes de Gerencia
4- Ejecutivos de Departamento
4- Empleados

No es difícil observar que en el nivel más inferior se halla el pueblo o la masa a la que hay que dirigir, entretener ó satisfacer para que dejen sus diezmos y ofrendas, (y ésto también es otro problema grave en las iglesias actuales) mostrando así una clara organización pagana y de orientación comercial que dista mucho del modelo de servicio establecido por nuestro Mesías.

 

La cobertura que necesita cada líder, se la dá Yeshúa; Él es el Señor; Él es quien llama a sus siervos al ministerio, les equipa por medio de su Ruaj (Espíritu) y les envía por el mundo enseñando su Palabra.

 

Gálatas 1:1

1  Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Yeshúa HaMashiaj y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos)....

No de los hombres ni por hombre, sino por Yeshúa HaMashiaj (Jesucristo) y por Dios el Padre:  El llamado de Pablo como apóstol no era de hombre, ni fue a través del hombre. No se originó 

con el hombre. Se originó con Dios, vino directamente de Dios y Él no permitió que ningún hombre o institución enseñara o instruyera a Pablo en la Verdad de la Palabra, lo hizo Dios mismo. 

 

Por qué? Porque todo sistema humano piensa, y se comporta de acuerdo a su cultura y principalmente a sus tradiciones. Por ello es que en TODAS las religiones del mundo que se dicen ser cristianas (incluyendo la de los judíos) hay mucha tradición y mandamientos de hombres mezclados con la Palabra de Dios y eso daña la pureza de lo que Él desea enseñarnos (las Sagradas Escrituras). 

 

Vea nomás como la cristiandad está plagada de fiestas paganas como la Navidad, Año Nuevo, Easter (Semana Santa), Día de San Valentín.... Acaso que el reposo en día Domingo no fue decretado por Constantino (año 320 dC), dejando de lado el día del SHABAT -sábado-, cuando Dios ha hablado a lo largo de todo el antiguo testamento y una y otra vez ordenando el reposo en Sábado? 

 

Se obedecen tantos y tantos mandamientos de hombres y se desecharon los mandamientos de YHVH!! Y si ésto no es cierto, por qué entonces no se celebran sus fiestas al Señor? Porque los religiosos la han desechado!! Lo que sigue la cristiandad en su mayor parte, son Doctrinas y Mandamientos de HOMBRES. 

 

Acaso el Señor nos dijo que NO comiéramos animales inmundos (Levítico 11) pero vienen los hombres y "anulan" esa ordenanza y decretan que ya todo se puede comer. Será que Dios cambia 

o varía? cuando estrictamente dice su Palabra que El no varía ni cambia. Y cuantas cosas más ordenadas por el hombre hacemos y dejamos de obedecer a Dios?

 

Volviendo a lo de Pablo: La posición de Pablo como apóstol no se basó en encuestas de opinión o cualquier consejo humano. Se basa en un llamado divino, realizado a través de ambos, el Padre y el Hijo. Creemos que un verdadero llamado o ministerio se origina de ésta manera y no a través de la "cobertura" dadas por pastores con gran estatus a congregaciones más pequeñas que deben dar cuentas financieras a sus organizaciones.

 

Así que quienes estamos en alguna posición de liderazgo, estamos para servir, para proveer, para consolar, para compartir y no para usufructuar tomando ventaja de los débiles que son puestos a nuestro cuidado. Hoy día es casi una pesadilla la forma en que los líderes religiosos manipulan y controlan (y también enferman) a la gente. 

 

Se adueñan de la gente y cuando alguien se vá de sus congregaciones les desean que les vaya mal o les maldicen. Las ovejas pertenecen al Padre; Él las creó por medio de Yeshúa, y las rescató con su vida. Todo le pertenece a Él y nosotros, quienes servimos en el ministerio, sólo somos siervos suyos llamados para hacer lo que Él nos manda a hacer.

 

Y el nivel de autoridad más importante: La cabeza de todo varón es Yeshúa y la cabeza de  Yeshúa es YHVH.... 1 Corintios 11:3.

 

Y el orden del hogar también está claramente establecido en las Escrituras.  El Varón es la cabeza del hogar y es responsable ante YHVH por el desempeño de ese rol. 

 

La esposa no puede tener UNA LÍDER o cabeza diferente de su marido, así como los hijos tampoco pueden tener otro líder que su padre. Ese es el órden de YHVH. 

 

Pero hoy las iglesias FRACCIONAN la unidad familiar, muchas veces en pro de sus propios intereses, cuando organizan ministerios, campamentos y toda clase de actividades, separando a los cónyuges y a éstos de sus hijos por largas jornadas, impidiendo de esta manera que los padres ejerzan su responsabilidad de pastores, profetas y sacerdotes con su respectiva familia.

Debemos comenzar a hacer cambios ahora! Es el tiempo de corregir lo defectuoso, de alinearnos con las Instrucciones -Toráh- de YHVH y seguir verdaderamente el modelo de Yeshúa con hechos y no con palabras solamente y no permitir que el Nicolaísmo continúe controlando nuestras vidas.

 

Y que Dios nos ayude a cultivar en nuestras congregaciones aquel sentir que hubo también en Yeshúa (Cristo Jesús), es decir, considerar al otro, como superior a uno mismo (Filipenses 2:3) y no teniendo mas alto concepto de nosotros mismos, que el que debemos tener (Romanos 12:3). 

 

Que la gracia de nuestro amado Señor y Salvador Yeshúa HaMashiaj -Jesucristo- sea con todos. Amén.

 

Adolfo Gustavo & Cristina Blanc-Ramírez 

Investigadores y Escritores sobre Raíces Hebreas.

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Cristina Blanc-Ramirez. 

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