Tuesday, February 21, 2017

Deberíamos DIEZMAR...si la LEY está abolida?

COMUNIDAD DE GUERREROS ESPIRITUALES
El Regreso a las Raíces de Nuestra Fé


Qué enseña la Biblia sobre el DIEZMO?
 

*Los seres humanos solemos pensar que nuestras posesiones son el resultado de nuestros esfuerzos personales. Dios está consciente de esta propensión nuestra, y ordenó a Moisés advertirles a los israelitas que no pensaran “mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza”. 
 En cambio, debían acordarse “del Eterno tu Dios porque Él te da el poder para hacer las riquezas” (Deuteronomio 8:17-18). Deberían servir a Dios “con alegría y con gozo de corazón, por la abundancia de todas las cosas” (Deuteronomio 28:47).

La orden de Dios, en cuanto al mandamiento del diezmo fué contundente en la Toráh (la LEY):
Indefectiblemente diezmarás....Deuteronomio 14:22

*Por sobre todo, el diezmo es un acto de adoración a Dios, mediante el cual lo reconocemos como nuestro proveedor, el gran sustentador y como la fuente de nuestra existencia y de todas las bendiciones y favores que recibimos. 
 
¿Sabías tú que éstos temas se mencionan en Génesis, mucho antes de que se diera la " ley "? Las ordenanzas del Eterno ya existían, solo que no estaban aún escritas. 
 
• Los tiempos señalados Génesis 1:14 (busque la concordancia de Strong en hebreo para la palabra ESTACIONES. Va a ver que lo que significa no es lo que creemos) 👀🔍 
 
• El Sábado -SHABAT- Génesis 2:3
• Animales limpios e inmundos. Génesis 7:2
 
• Diezmo. Génesis 14:18-20 
 
• Circuncisión. Génesis 17:13
 
¿Por qué entonces la iglesia los rechaza a todos menos a los DIEZMOS?
 
*El Shabat, Comer Limpio, Circuncisión y el Diezmo fueron enseñados al hombre por Dios, antes de ser una ley escrita. Por ejemplo, Noé sabía cuáles animales eran limpios, Abraham dió el diezmo a Melquisedec, Abel hizo ofrenda de animal que agradó a Dios. El pueblo de Israel descansaba en sábado antes de la Ley en el Sinaí (Exodo 16:21-23). Obviamente ellos sabían de éstas leyes, porque desde el Edén, Yeshúa, la imagen visible del Dios invisible, les enseñaba. 
 
Jacob, siguiendo el ejemplo de su abuelo Abraham, reconoció esto. Cuando Dios le reconfirmó  las promesas hechas a Abraham, Jacob le prometió a Dios: “de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti” (Génesis 28:20-22).

*La práctica de diezmar fue incorporada más tarde en el pacto con Israel, como una ley escrita y codificada, la Toráh. La tribu de Leví, que no recibió como herencia terrenos de los cuales podría obtener ganancias (Números 18:23), recibiría el diezmo de Dios de los frutos de la tierra, en pago por su servicio eclesiástico a la nación. A su vez, y conforme a lo que habían recibido de los diezmos del pueblo, los levitas diezmaban a la familia sacerdotal de Aarón. (Núm 18:26-28). 

Pero analizando ésto, nos damos cuenta que para ése tiempo, el Señor asignó los diezmos a los Levitas. Hoy día enseñan que ya no hay sacerdocio Levítico ni templo por lo tanto el diezmo es una ley obsoleta y ya no se debe diezmar.  

Si dar el diezmo se hubiera establecido SÓLO A CAUSA DE LOS LEVITAS, ésta afirmación sería correcta. Pero el diezmo NO fué establecido a causa de los Levitas, antes ya se había hablado de diezmo, y no sólo eso, la Toráh es muy clara cuando dice que el diezmo es del Señor, y sólo de Él. Levítico 27:30 

Yeshúa dijo: "Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña ni una tilde de la ley hasta que toda se cumpla." Mateo 5:18

Desde ésta perspectiva nosotros NO podemos abolir ningún mandamiento de la Toráh por pequeño que sea.

Así que si el diezmo es del Señor, y no de los levitas, hoy ya no debemos obedecer el mandamiento de diezmar?  
 
No lo creemos, lo que es del Señor, es para siempre del Señor. Él establece en cada época y circunstancia a quiénes se debe dar el diezmo. Y así justamente hizo con los Levitas, en un tiempo fue para los levitas.  Los israelitas sostenían económicamente a la tribu de Leví por su servicio en el templo, entregándoles a los levitas el diezmo de Dios. Esta manutención hacía posible que Israel adorara a Dios y fuera instruido de acuerdo a su voluntad. 

*En los años subsiguientes, en el tiempo de Malaquías, el pago del diezmo fue descuidado y olvidado, con devastadoras consecuencias. Ya desde Nehemías todo el sistema divino de culto se había desmoronado y desintegrado; la adoración en el templo y la observancia del sábado se hallaban seriamente afectadas (Nehemías 13) y, debido a que no existía apoyo financiero para los levitas, éstos habían vuelto a trabajar sus campos para poder mantenerse (Nehemías 13:10). Y ésto desagradó profundamente a YHVH.

El sistema de culto establecido por Dios había sido completamente abandonado. Nehemías se dio cuenta de que para restaurar el culto divino era indispensable restablecer el diezmo. El corrigió enérgicamente a la nación por ser negligentes con sus diezmos (vv. 11-12) y reanudó esta práctica (Nehemías 10:37-38; 12:44), lo que a su vez permitió que los levitas llevaran a cabo la obra de Dios que les había sido originalmente asignada (Núm 18:21).

El DIEZMO en el Antiguo Pacto
Números 18:21-32 *Y he aquí que yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, a cambio de su ministerio en el cual sirven, el ministerio de la tienda de reunión… Porque el diezmo de los hijos de Israel, el cual ofrecen como ofrenda al SEÑOR, yo lo he dado a los levitas por heredad; por tanto, he dicho en cuanto a ellos: "Entre los hijos de Israel no tendrán heredad."*
(Núm. 18:21, 24)

*¿Cómo se daba el diezmo en Israel en los tiempos cuando había templo?*

El diezmo, en hebreo maaser, es la parte de los productos agrícolas que hay que separar una vez al año y entregar a sus respectivos destinatarios. Hay tres tipos de diezmo: el primer diezmo, en hebreo maaser rishón, el segundo diezmo, maaser shení, y el diezmo del pobre, maaser aní.

1. En primer lugar se separa la terumá, “la porción separada” que se entrega directamente al sacerdote.

2. En segundo lugar se separa el maaser rishón, que es el 10 % de lo que queda del producto, y se entrega al levita. El levita, a su vez, separa el diezmo de lo que recibe, que se llama terumat maaser, y lo entrega al sacerdote, cf. Números 18:26.

3. En tercer lugar, se separa el maaser shení, que es el 10 % de lo que queda del producto, y lo lleva a Yerushalayim para ser comido allí. Esto se hace el primero, segundo, cuarto y quinto años del ciclo agrícola de siete años. 

Deuteronomio 14:22-26. En el tercero y sexto años, en lugar del maaser shení se separa el maaser aní, el cual es entregado a los pobres.

Deuteronomio 14:28-29. En el séptimo año, que es año SHEMITÁ no se separan los diezmos de la agricultura.

Pero, los obreros que obtenían sus ganancias en trabajos que no tenían que ver con la agricultura, por ejemplo pescadores y mercaderes, diezmaban también en el séptimo año.

El diezmo fue dado al Eterno, porque Él mismo estableció el diezmo para Él, y luego Él se lo dió a los levitas. Así que, ninguno puede decir que está dando el diezmo a los hombres, aunque en lo práctico son los hombres los que reciben el diezmo y los que lo administran. El diezmo es dado a cambio del ministerio levítico. 

Parte de ese ministerio es la enseñanza de la Toráh, como está escrito en Deuteronomio 17:9-11: “y vendrás al sacerdote levita o al juez que oficie en aquellos días, e inquirirás de ellos, y ellos te declararán el fallo del caso. Y harás conforme a los términos de la sentencia que te declaren desde aquel lugar que el SEÑOR escoja; y cuidarás de observar todo lo que ellos te enseñen. Según los términos de la ley -Toráh- que ellos te enseñen, y según la sentencia que te declaren, así harás; no te apartarás a la derecha ni a la izquierda de la palabra que ellos te declaren.”

En Deuteronomio 33:8-10 está escrito: “Y de Leví dijo: Tu Tumim y tu Urim sean para tu varón santo, a quien pusiste a prueba en Masah, con quien luchaste en las aguas de Meriba; el que dijo de su padre y de su madre: "No los conozco"; y no reconoció a sus hermanos, ni consideró a sus propios hijos, porque obedecieron tu palabra, y guardaron tu pacto. Ellos enseñarán tus ordenanzas a Jacob y tu ley -Toráh- a Israel. Pondrán incienso delante de ti, y holocaustos perfectos sobre tu altar.”

En Malaquías 2:4-7 está escrito: “Entonces sabréis que os he enviado este mandamiento para que mi pacto siga con Leví -dice el SEÑOR de los ejércitos. Mi pacto con él era de vida y paz, las cuales le dí para que me reverenciara; y él me reverenció, y estaba lleno de temor ante mi nombre. La verdadera instrucción estaba en su boca, y no se hallaba iniquidad en sus labios; en paz y rectitud caminaba conmigo, y apartaba a muchos de la iniquidad. Pues los labios del sacerdote deben guardar la sabiduría, y los hombres deben buscar la instrucción de su boca, porque él es el mensajero del SEÑOR de los ejércitos.”

Como parte del ministerio sacerdotal y levítico consiste en enseñar la Toráh es justo dar el diezmo a las instituciones donde se enseña la Toráh para que sea entregado a los maestros de las Escrituras.
 

EL PROPÓSITO DE LOS DIEZMOS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
¿Cuáles son los propósitos de los diezmos descritos en la Palabra de Dios?

Muchas personas se sorprenden al saber que Dios revela en su Palabra 7(siete) festivales anuales (Levítico 23). Estas temporadas especiales del año han sido designadas por el Creador como “convocaciones santas” (Levítico 23: 2-4), reuniones o asambleas en las cuales el pueblo de Dios debe congregarse. Igual que el sábado semanal, Dios apartó estos festivales como algo sagrado 
para él. Dios nos muestra en su Palabra que éstas fiestas santas son ocasiones dedicadas a adorar en grupo y abstenerse del trabajo normal, en días que El estableció. 

Las fiestas tienen el propósito de enseñar al pueblo de Dios su maravilloso plan de salvación para toda la humanidad; son recordatorios de la intervención de Dios en bien de su pueblo y profetizan ciertos acontecimientos muy significativos en el cumplimiento de su plan divino (Colosenses 2:16).
Los hebreos han observado estas fiestas desde tiempos ancestrales, por eso le llaman fiestas judías, pero en realidad son fiestas del Señor que sólo los judíos han obedecido. 

Yeshúa las observó durante su vida (Lucas 2:40-43; Juan 7:37) y sus apóstoles y la Iglesia primitiva continuaron haciéndolo después de su muerte y resurrección, en obediencia a los mandamientos de Dios (Hechos 2:1; 12:2-4; 18:21; 20:16; 27:9; 1 Corintios 5:8).

La Biblia registra que en varias ocasiones, cuando un líder justo guiaba al pueblo de Dios de vuelta al Eterno después de períodos de engaño y descuido en su relación con él, los festivales eran celosamente observados, como parte importantísima de esa reforma espiritual (2 Crónicas 30; Esdras 3, 6; Neh 8).

La profecía bíblica nos muestra que se aproxima el tiempo en que Dios se asegurará de que los habitantes de la Tierra sean obligados a observar obedientemente sus festivales (Zacarías 14:16-19). 

Una vez que logramos entender la necesidad de observar estos festivales como Dios ordena, surge automáticamente una pregunta: ¿de dónde sacamos los recursos económicos para asistir a ellos o para hacer las celebraciones de la forma que Dios quiere que las hagamos?

Las asambleas del pueblo de Dios para rendirle culto como grupo con frecuencia implican gastos importantes: alojamiento temporal, comidas, transporte y, además, el costo de proveer un lugar apropiado para llevar a cabo los servicios religiosos. ¿Nos dá Dios alguna instrucción sobre la forma en que deben cubrirse estos gastos relacionados con las fiestas? 

Por supuesto que sí. Dios nos dá instrucciones respecto a un diezmo de nuestros ingresos anuales, que debe ser usado para la observancia de estas fiestas. Éstas instrucciones son mas que nada para que sepamos cómo debemos ser ordenandos en nuestras finanzas.

Tipos de Diezmos.
El primer diezmo, maaser rishón, es “... cosa dedicada al Eterno” (Levítico 27:30). Bajo su pacto con Israel, Dios ordenó a su pueblo que entregara su diezmo a sus representantes de ése tiempo, los levitas (Números 18:21). Dios les concedió el diezmo a los levitas para ayudarlos a llevar a cabo su papel asignado de guiar apropiadamente al pueblo en su culto de adoración. Los miembros de las otras once tribus no debían usar este diezmo para ningún propósito personal, sino que debía ser entregado en su totalidad a los levitas.

Yeshúa confirmó que quienes sirven a Dios deben continuar entregando este diezmo, un diez por ciento de sus ganancias, ya que le pertenece a Dios y no a ellos mismos (Mateo 23:23). El ratificó que el diezmo sigue vigente; pero ahora Dios, por medio de Yeshúa, está haciendo un “nuevo” y “mejor” pacto con su pueblo (Hebreos 8:6-13) y ya no está limitado a la nación física de Israel, sino a todas las naciones del mundo, la ley ya no está en tablas de piedras, sino escrito en nuestro corazón, por eso es un nuevo y mejor pacto.

El grupo que Dios está usando ahora se ha ampliado para incluir a personas de todas las naciones y que componen el Israel de Dios (Gálatas 6:15-16; 3:26-28). Este cambio ha exigido revisiones administrativas, incluyendo quienes reciben el diezmo de Dios, que ya no debe ser entregado a una tribu física de Israel, la de los levitas. Por lo que vemos que la LEY DEL DIEZMO cambia de forma pero no de fondo. El Diezmo hoy sería por principio, y no bíblico , ya que no existe sacerdocio levítico. El sacerdocio fue cambiado (Hebreos 7:12) cuando Yeshúa fue crucificado y resucitado para convertirse en nuestro Sumo Sacerdote. Ahora, bajo el Nuevo Pacto, entendemos que este diezmo debe ser recibido por aquéllos que Dios ha designado como ministros de Yeshúa para llevar a cabo su obra.

El Segundo diezmo: Es un diezmo para observar los festivales de Dios.
El primer diezmo debía ser entregado íntegramente a los levitas y el dador individual no podía usar nada de él para gastos personales. Debemos examinar las instrucciones  en forma detallada que Dios nos dá acerca de los diezmos.

Note que Dios ordenó a su pueblo asistir en grupo al lugar que él escogiera para observar las fiestas santas anuales (Deuteronomio 16:16). Junto con acudir a este lugar, se les ordenaba traer sus diezmos (plural — Deuteronomio 12:6).

Uno de estos diezmos, como ya hemos visto, se dedicaba total y exclusivamente para el uso de los levitas. Pero Dios dá aún más instrucciones de otro diezmo (singular) que debía ser usado por el individuo para comer, pero no en su casa. Debía apartarse y gastarse en la localidad central designada para guardar la fiesta, y exclusivamente en las fiestas anuales (Deuteronomio 12:17).
 En Deuteronomio 12:18 se le daba a la persona el derecho a consumir el diezmo, siempre que ésto fuera parte de su gozosa observancia de los festivales bíblicos.

Este diezmo para uso personal en la observancia de las fiestas es el segundo diezmo, algo adicional y muy distinto del primer diezmo que se entregaba a los levitas. Note aquí que El Segundo Diezmo, viene a ser como un AHORRO, no se le entrega a nadie. Uno mismo lo debe guardar, para sus gastos familiares anuales en las fiestas. 

En Deuteronomio 14:22-26 Dios explica en más detalle el propósito de este segundo diezmo, o el diezmo para las fiestas. Éste debe ser usado por el pueblo de YHVH para disfrutar la abundancia física que Él provee, durante sus fiestas, mientras lo adoran y aprenden a honrarlo y obedecerlo de una manera que lo complace a él y les proporciona bendiciones a ellos.

Registro histórico del Diezmo festivo (el Segundo Diezmo)
El historiador judío Josefo, quien vivió en tiempos de Yeshúa y provenía de una familia de sacerdotes, documentó el entendimiento que se tenía en aquellos días sobre este diezmo festivo. 
En uno de sus libros encontramos la siguiente afirmación, que resume y parafrasea los mandamientos que Dios entregó por medio de Moisés: “Sacaréis una décima parte de vuestros frutos, aparte del que habréis asignado para darlo a los sacerdotes y los levitas, el que podréis vender en el país, pero será para ser usado en las fiestas y sacrificios que se celebren en la ciudad santa.
Porque es conveniente que gocéis los frutos de la tierra que Dios os da en posesión” (Antigüedades de los Judíos, libro 4, capítulo 8, sección 8). Aunque la necesidad de sacrificios físicos concluyó con el único y perfecto sacrificio que Yeshúa hizo individualmente, Dios espera que nosotros continuemos observando sus fiestas, como obviamente hicieron los apóstoles y la Iglesia primitiva.

Tercer Diezmo: Un diezmo para ayudar a los pobres.
Las Escrituras, sin embargo, encierran aún más instrucciones financieras: cómo debemos cuidar de los pobres. Dios no se olvida de ellos. Yeshúa reconoció que siempre habría condiciones que causarían verdadera pobreza y necesidad en algunas personas (Juan 12:8). Pero él también dijo que es mejor dar que recibir (Hechos 20:35). Sus apóstoles enseñaron lo mismo, que los cristianos tienen la obligación de ayudar a otros que sufren necesidades apremiantes (Gálatas 2:10; 1 Timoteo 5:3). La enseñanza de Yeshúa y de sus discípulos es una continuación de los mandamientos que se hallan en la Palabra de Dios respecto a dar a los más necesitados.
Así hemos visto que el primero debía llevarse a un lugar fijado para su distribución, y el segundo, era para ser gastado personalmente (Deuteronomio 12:6, 17-18; 14:22-27). Ambos diezmos eran anuales. 

Dios da instrucciones dos veces en las Escrituras respecto a un diezmo que debe ser guardado y distribuido cada tercer año.  Ahora, el diezmo especial del tercer año, sin embargo, se administraba de manera muy distinta. Debía ser ahorrado localmente y guardado en cada ciudad o pueblo (Deuteronomio 14:28; 26:12) para el uso de los levitas y los pobres de la comunidad: el extranjero, el huérfano y la viuda

Fuentes históricas describen tres diezmos.
Josefo afirma claramente que este diezmo recolectado para los pobres era diferente a los otros dos: “Aparte de los dos diezmos, que como os he dicho, deberéis pagar todos los años, uno para los levitas y el otro para las fiestas, deberéis aportar cada tres años un tercer diezmo para ser distribuido entre los necesitados, las mujeres viudas y los niños huérfanos” (Antigüedades de los Judíos, libro 4, capítulo 8, sección 22).

En el libro apócrifo de Tobías, que muchos eruditos fechan alrededor del año 200 a.C., el autor escribe: “Muchas veces era yo el único que iba a Jerusalén con ocasión de las fiestas, tal como está prescrito para todo Israel por decreto perpetuo; en cobrando las primicias y las crías primeras y diezmos de mis bienes y el primer esquileo de mis ovejas, acudía presuroso a Jerusalén y se lo entregaba a los sacerdotes, hijos de Aarón, para el altar. Daba a los levitas que hacían el servicio en Jerusalén, el diezmo del vino, del grano, del olivo, de los granados, de los higos, y demás frutales: tomaba en metálico (dinero) el segundo diezmo lo gastaba en Jerusalén. Entregaba el tercer diezmo a los huérfanos, a las viudas y a los prosélitos que vivían con los hijos de Israel; se lo llevaba y entregaba cada tres años, celebrando una comida con ellos conforme a lo que se prescribe en la Ley de Moisés y conforme a los preceptos que me dio Débora, madre de nuestro padre Ananiel, pues mi padre había muerto dejándome huérfano” (Tobías 1:6-8, Biblia de Jerusalén, pág. 502, 1971

Ciclos de siete años
Es importante notar, además, que existía un ciclo de siete años. El séptimo año era destinado al descanso de la tierra y durante él no se plantaba ninguna cosecha (Levítico 25:1-7, 18-22), por lo cual no había “ganancias” en el séptimo año. Dios había prometido bendecir con suficiente abundancia en el sexto año a quienes le fueran fieles, para que pudieran dejar la tierra descansar en el séptimo. Podemos concluir, entonces, que el diezmo que se apartaba cada tercer año en realidad se guardaba en los años tercero y sexto de un ciclo de siete años.

De no haber sido así, hubiera habido un problema en el año vigésimoprimero, ya que las dos leyes juntas (un diezmo de las ganancias cada tercer año, y un descanso de la tierra sin ganancias cada séptimo año) hubieran causado un gran conflicto en el año veintiuno. El relato de Deuteronomio 14:28-29, que habla sobre el diezmo especial para los pobres cada tercer año, continúa inmediatamente después, en Deuteronomio 15:1, con instrucciones concernientes a la naturaleza especial de cada séptimo año, y explica más detalladamente que el “tercer” diezmo se aplica a los años tercero y sexto de un ciclo de siete años. Es decir, el séptimo año se descuenta y se comienza de nuevo el ciclo en el octavo año.

ACTUALMENTE
En los tiempos modernos, la tendencia de los gobiernos nacionales a establecer impuestos obligatorios destinados a programas de bienestar social y atención a los pobres ha ocasionado un dilema. Si el gobierno cobra impuestos a una persona a través del seguro social y otros tributos similares, y utiliza esos fondos para el cuidado y manutención de los pobres, ¿está un cristiano, además, obligado a pagar este diezmo especial? Si pagamos impuestos para este propósito —en cantidades muy superiores a un décimo de los ingresos correspondientes a dos años en un período 
de siete— ¿debemos igual separar un diezmo durante dos años de cada seis, destinado también al cuidado de los pobres? ¿Qué debemos hacer hoy día?

Respuesta: cuando los cristianos son obligados a pagar altos impuestos para bienestar social, cosa común en muchos países, es apropiado que queden libres de hacer una doble contribución para el mismo propósito. Y debido a que siempre habrán miembros de la Iglesia cuyas necesidades no podrán ser adecuadamente atendidas por los programas sociales gubernamentales, y a que el claro ejemplo en las Escrituras establece que la Iglesia debe cuidar a sus miembros necesitados (Levítico 19:9-10; Isaías 58:7; Mateo 25:35-40; Gálatas 2:9-10), que aquellos miembros de la Iglesia que estén en condiciones de hacerlo, sean animados a contribuir al Fondo de Ayuda de la Iglesia, para que pueda cumplirse el mandato de cuidar a los pobres de la Iglesia”.

Veremos cómo hoy funciona éste mandamiento de diezmar

Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los lomos de Abraham. Pero aquel cuya genealogía no es contada de entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas. Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor. Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive. Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos; porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro.
Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón? Porque cambiado (3331) el sacerdocio, necesario es que haya también CAMBIO (3331) DE LEY... Hebreos 7: 5-12


Se ha cambiado entonces la TORÁH?
La palabra CAMBIO, de hebreos 7:12, no se refiere a que la Toráh ha cambiado. El # Strong para CAMBIO es 3331, es "metadsesis" que significa TRANSFERENCIA, también vease el # strong 3346.

Hebreos 7:12 debería de decir:
Porque TRANSFERIDO el sacerdocio, necesario es que haya también TRANSFERENCIA DE LEY... Hebreos 7: 5-12  

Ahora vemos de que hay un nuevo sacerdocio. Ya no está vigente el sacerdocio aarónico, ni el levítico. Ahora está vigente el sacerdocio según la órden de Melquisedec. 

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis la virtudes de AQUÉL que os llamó de la tinieblas a su luz admirable. 1 Pedro 2:9

 Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio. Pero yo de nada de ésto me he aprovechado, ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie desvanezca esta mi gloria. 
1 Corintios 9:14-15 ; Ver también: Exodo 18:24.

*El EVANGELIO es enseñar la Toráh, entre otras cosas. La mayoría de los creyentes no sabe lo que significa EVANGELIO. Por ésto que el diezmo no se puede exigir donde dicen que la Toráh fué abolida. El diezmo es sólo para los sacerdotes o ministros que enseñan Toráh.

*Hoy en día, la práctica del diezmo sigue siendo importante en el sistema general de adoración a Dios dentro de la kehilá. Nos motiva a ser ordenados y a cuidar de cómo usamos nuestros recursos financieros, lo que nos asegura que estamos en correcta relación con el Creador.  Hechos 21:24. Pablo vivía bajo la Toráh.

*La negligencia en relación al diezmo afecta negativamente, hoy al igual que ayer, puesto que muchos servidores genuinos del Señor tienen que salir a trabajar en vez de ministrar y enseñar la Palabra, y así restan fuerza a su trabajo ministerial y la Palabra de Dios no es predicada en la frecuencia, ni en la cantidad en que se debe hacerlo.

*Otro ejemplo que ilustra lo que significa para Dios el no diezmar fielmente se encuentra en Malaquías 3:8-10. Vemos que el contexto de este pasaje, escrito alrededor del tiempo en que Nehemías luchaba por reformar la nación de Judá. En este pasaje, Dios corrige a la nación de Israel en los términos más duros: les dice que la negligencia en cuanto al pago del diezmo es comparable a robarle a él, y que quienes le desobedecen se exponen a consecuencias.

No obstante, nuestro Elohim también promete que si reanudamos nuestra obediencia a su ley del diezmo,  Él nos recompensará con una abundancia “tan grande que no tendrán suficiente espacio para guardarla”. Malaquías 3:10. Dios toma muy en serio sus leyes y compromisos con nosotros y,  por supuesto, también nuestros compromisos con Él. Y si Él promete bendición, Él la realiza.

El DIEZMO en el Nuevo Testamento
Cuando surge la congregación de los judíos creyentes en Yeshúa (Jesucristo), ésto no significó un abandono de las prácticas de los mandamientos de Dios. La iglesia de los creyentes en Yeshúa, era muy celosa de la obediencia a la TORÁH. La Toráh se seguía obedeciendo fielmente. Desde Constantitno, la iglesia cristiana de hoy día niega la Toráh, lo dá por abolida y enseñan que obedecer la Toráh es CAER DE LA GRACIA.

Hechos 21:20
20 Cuando ellos lo oyeron, glorificaron a Dios, y le dijeron: Ya ves, hermano, cuántos millares de judíos hay que han creído; y todos son celosos por la LEY.

Así que en la iglesia primitiva, la TORÁH no había sido abolida, como hoy se enseña. La Ley que Dios dió a Moisés no había cambiado en sus principios, puede que de forma, ésto quiere decir que ahora debemos entenderla para poder aplicarla.

Durante décadas, la kehilá o la comunidad creyente en Yeshúa (llamada la Secta del Camino) fué considerada por los gentiles simplemente como otra secta de los judíos, con la diferencia de que creían en la divinidad de Yeshúa HaMashiaj (Jesucristo).

Las enseñanzas y ejemplos del Antiguo Testamento fueron escritos, sin duda, para el beneficio de la Iglesia del Nuevo Testamento (Romanos 15:4; 1 Corintios 10:11).

Romanos 15:4
4 Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.

1 Corintios 10:11
11 Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.

Por eso la Toráh, los escritos y profetas, y la correcta aplicación de sus principios siguen vigentes y son muy relevantes hoy para los miembros de la kehilá de Dios.

Instrucciones de YESHÚA HAMASHIAJ y los apóstoles. Muy importante, lo que Yeshúa manda aquí:

Mateo 23:2-3 
 2 En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. 
3 Así que, todo lo que (él) os diga que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras (sus mandamientos rabínicos), porque dicen, y no hacen. (Mateo 23:2-3)

Este texto bíblico parece olvidado, tal vez porque no se lo entiende bien, pues lo pondremos de una forma parafraseada y así captaremos su real significado:

Los Escribas y Fariseos son los que tienen la autoridad para enseñar la Toráh que son las leyes dadas a Moisés. Así que, lo que dice Moisés en la Toráh que guardéis, guardadlo y hacedlo. Pero no hagan conforme a lo que los escribas y fariseos enseñan con sus mandamientos rabínicos y tradiciones, porque dicen y no hacen. (Mateo 23:2-3 parafraseado)

Por lo tanto, Yeshúa nos está ordenando guardar la TORÁH. Dentro de la Toráh está la ordenanza de dar diezmo. No es posible sacar fuera de contexto éstos versículos. 

El mismo Yeshúa (Jesucristo) claramente obedeció la ley del diezmo. En un duro reproche a los hipócritas líderes religiosos, les dijo: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fé. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquéllo(Mateo 23:23).

Como quedó registrado aquí, solo días antes de su muerte Yeshúa confirmó sin lugar a dudas que el diezmo no se debía dejar de hacer, debía practicarse, junto con la fé, la misericordia y la justicia, que obviamente los escribas y fariseos estaban descuidando.

Ahora, en el Nuevo Testamento el dinero era entregado a los apóstoles, vea Hechos 4:34-37. Observe aquí como el mismo levita, llevaba su ofrenda. Algunos ejemplos de este apoyo y los principios relativos a él, se encuentran en varios pasajes del Nuevo Testamento, tales como Lucas 8:2-3; 10:7-8; 2 Corintios 11:7-9 y Filipenses 4:14-18. Significa que hubo una modificación de tipo administrativo es decir, la administración de los diezmos cambiaría junto con el traspaso del sacerdocio de Leví a Melquisedec (Yeshúa HaMashíaj). 

Así, hoy en día los miembros de muchas congregaciones siguen diezmando aunque el sacerdocio levítico haya concluído, al igual que Abraham diezmó a Melquisedec antes de que se estableciera el sacerdocio de Leví. Significa que el diezmo NO fué estipulado a causa de los levitas, el diezmo existió antes que los levitas. Volvemos a repetir: Muchos enseñan que el diezmo ya no está vigente porque ya no hay sacerdocio levítico ni templo. 

Y muchos dicen: Es que nunca mas se habló del DIEZMO en el Nuevo Testamento y eso quiere decir que ya no se diezmaba, sólo se hacían ofrendas.
Pablo NO consideró necesario repetir en sus cartas todo lo que ordenaba la ley de Dios, como por ejemplo el shabbat, las fiestas, comer limpio, la circuncision, los diezmos, etc. Todo ésto se enseñaba en cada SHABAT (Hechos 15:21). 

Y obviamente las Sagradas Escrituras mencionan que se seguían practicando todas éstas cosas. Nomás es escudriñar la Palabra con una mente abierta. Si hubieran sido clara éstas enseñanzas [para nosotros los extranjeros] y la importancia de su obediencia, JAMÁS tendríamos tanto error doctrinal como hoy día.

El apóstol Pablo se valió de una comparación para señalar que, de la misma manera que quienes servían en el templo eran mantenidos por las ofrendas recibidas en el templo, aquéllos que ministraban en la kehilá debían recibir apoyo económico de ésta. 
“Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio”,  escribió él en 1 Corintios 9:14. 

Nomás que éste versículo, según el entendimiento hebreo, los que ANUNCIAN EL EVANGELIO, sin falta también deben enseñar la obediencia a la Toráh!! Que la Toráh (la LEY) es el camino, la verdad, la vida, la sabiduría y santificación para finalmente ser perfeccionados y preparados enteramente para toda buena obra. 

El DIEZMO es un principio firme en los cielos, como todos los mandamientos de la Toráh. 

89 Tu eterna Ley, oh Señor, se mantiene firme en el cielo. (Salmo 119:89)
 

No profanaré mi pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios.(Salmo 89:34)

Cuando usted diezma, está alineando su actitud y conducta con los principios universales que se originan en Dios mismo, el gran Dador (Mateo 10:8; 19:21; 20:28; Lucas 6:38; 12:32; Hechos 20:35). El acto de diezmar refleja la naturaleza altruista y generosa de nuestro Creador y Proveedor. Él desea que tengamos la misma actitud suya de dar, de manera voluntaria y alegre (2 Corintios 9:6-8). Mediante los diezmos y ofrendas honramos a Dios y al mismo tiempo apoyamos de manera financiera la enseñanza de la Palabra de Dios. "Compra la verdad y no la vendas", nos aconseja Proverbios 23:23

Debe destacarse que todo el que diezma debe hacerlo voluntariamente y con alegría. De allí que no sirve lo que en muchas iglesias hacen, en maltratar sicológicamente para obligar a dar los diezmos, entonces no se dá con alegría. Hoy día se pone muchísima presión a la gente para sacarle el diezmo. Hay tantísima gente atormentada con la presión del diezmo. Predican desde el púlpito que están robando a Dios y son malditos. Obviamente al tiempo ésa congregación tendrá varias personas bajo maldición de escasez. 

SERVIR y DAR con ALEGRÍA 
Deuteronomio 28:47-48
"47 Por cuanto no serviste al Señor tu Dios con alegría y con gozo de corazón, cuando tenías  la abundancia de todas las cosas, 48 por tanto servirás a tus enemigos, los cuales el Señor enviará contra ti: en hambre, en sed, en desnudez y en escasez de todas las cosas; El pondrá yugo de hierro sobre tu cuello hasta que te haya destruido."

En la actualidad la kehilá no se rige por la administración levítica de Israel. Bajo dicha administración, el diezmo estaba relacionado solamente con la nación de Israel bajo el sacerdocio levítico. Hoy en día la kehilá es un organismo espiritual, una comunidad sin fronteras esparcida por muchas naciones. Hay muchos extranjeros injertados al olivo real. Romanos 11:17-24.

Ahora, tal como fue en el caso de Abraham, no existe ninguna sanción impuesta por seres humanos si no diezmamos; no obstante, el no diezmar, nos priva de recibir las bendiciones de la promesa del diezmo, así que nos perdemos las bendiciones tanto físicas como espirituales que Dios promete a quienes dan voluntariamente (Lucas 6:38) y aún más, podríamos acarrear una maldición sobre nosotros mismos (Malaquías 3:8-10).

El diezmo es un mandamiento de la Toráh de carácter eterno que Dios ha usado para trabajar con el corazón de los seres humanos a través de los siglos. La decisión de diezmar es un asunto de fé. 

Por eso creemos que el diezmo se aplica a toda la comunidad creyente en la actualidad que obedece la Toráh. Obviamente las congregaciones que enseñan que la Toráh ha sido abolida, no pueden exigir diezmos o por lo menos no entendemos por qué lo hacen.  

Si ellos han establecido que la Toráh está abolida y ya están bajo la GRACIA, cómo entonces exigen diezmos? Será que han dejado sin efecto los mandamientos MENOS EL DIEZMO? 

Sólo Dios puede definir los fundamentos de cómo debemos rendirle culto y, de cómo debemos adorarlo, sin duda alguna, el honrarlo con una porción de las ganancias que nos entrega es parte de la adoración que Él nos ordena. Por qué?  Porque nos dedicamos a servirle y sostener económicamente la comisión que Yeshúa nos asignó de predicar la palabra, alimentar y ministrar a la congregación, y como recompensa, Dios promete sustentarnos a través de la buena voluntad de nuestros hermanos.  

Preguntas y respuestas acerca del diezmo
¿Es el diezmo algo voluntario?
Sí, en el sentido de que todos quienes honran a Dios obedeciendo sus instrucciones lo hacen de manera voluntaria. Dios nunca obliga a nadie a actuar en contra de su voluntad; sin embargo, él también espera que diezmemos y compara el descuido del diezmo con robarle a él mismo, explicando que el no diezmar acarreará una maldición (Malaquías 3:8). Así, el diezmo no es opcional, aún cuando es voluntario. Dios tampoco permite que nosotros decidamos arbitrariamente la cantidad mínima que debemos entregarle. Mediante éste sistema de diezmos, él establece el monto mínimo que debemos devolverle de todo lo que él nos dá. Y como Dios es nuestro Creador y todo lo que existe le pertenece (Salmos 24:1; Hageo 2:8), él tiene todo el derecho de establecer este sistema de asistencia financiera para sus propósitos espirituales.

¿Se practicaba el diezmo antes del pacto nacional de Dios con Israel?
Abraham y Jacob entendían y practicaban el diezmo. De alguna manera habían sido instruidos sobre el diezmo, pues ellos fueron antes de la entrega de la Toráh en el Sinaí.  Abraham entregó un diezmo de todo el botín conseguido en cierta misión de rescate (Génesis 14:20); y Jacob, al acercarse más a Dios, prometió darle un diezmo (una décima parte, o un diez por ciento) de las bendiciones que el Eterno derramaría sobre él (Génesis 28:22).

¿Ha sido abolido el diezmo bajo el Nuevo Pacto?
De ninguna manera. Aunque hay quienes suponen que las leyes de Dios fueron abolidas por el Nuevo Pacto, tanto Jeremías 31:31-33 como Hebreos 8 y 10 confirman que bajo el Nuevo Pacto las leyes de Dios serían escritas en el corazón de los creyentes -no abolidas ni eliminadas-.

Aunque el Nuevo Pacto incluyó cambios de un sacerdocio físico al sacerdocio espiritual de Yeshúa HaMashiaj (Jesucristo) y el reemplazo de los sacrificios ofrecidos a él, todos estos ajustes quedaron documentados en el Nuevo Testamento. Hebreos 7 habla sobre los cambios en cuanto al sacerdocio. Yeshúa (Jesucristo), sacerdote según la orden de Melquisedec, quien presumiblemente era el sacerdote que recibía los diezmos de Abraham, ha reemplazado a la familia de Aarón. (La órden de Melquisedec era una casta sacerdotal, al cuál pertenecía Yeshúa.  

La implicancia obvia aquí es que como Yeshúa (Jesucristo) ahora había reemplazado como Sumo Sacerdote a la familia de Aarón, el ministerio de Yeshúa (Jesucristo) se había hecho cargo de la función de los levitas y por lo tanto ahora sería el destinatario de los diezmos para continuar la obra del Padre. También es muy importante notar que aunque Dios entregó temporalmente los diezmos a los levitas por su servicio, el diezmo siguió siendo algo sagrado y que le pertenecía a Él (Levítico 27:30). Cuando Dios lo asignó a los levitas y la gente se rehusaba a pagárselos, Dios dijo que el pueblo le estaba robando a Él mismo. Mal 3:9-11

YESHÚA ENSEÑÓ QUE LOS QUE PREDICAN GENUINAMENTE LA PALABRA DEBEN DE SER ALIMENTADOS POR LOS QUE RECIBEN EL SERVICIO. Así que de alguna u otra manera si no se está dando ninguna ofrenda a nadie, hay un problema de obediencia.

Lucas 9:1-6  Misión de los doce discípulos
(Mt. 10.5-15; Mr. 6.7-13)
9  Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades.
2 Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos.
3 Y les dijo: No toméis nada para el camino, ni bordón, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni llevéis dos túnicas. 4 Y en cualquier casa donde entréis, quedad allí, y de allí salid. 5 Y dondequiera que no os recibieren, salid de aquella ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos. 6 Y saliendo, pasaban por todas las aldeas, anunciando el evangelio y sanando por todas partes.

¿Por qué Pablo no menciona el diezmo en sus cartas?
Estando consciente de que toda la Escritura era inspirada por Dios y útil para instruir en justicia (2 Timoteo 3:16-17) y que la única Escritura disponible en su tiempo eran los libros que hoy conocemos como el Antiguo Testamento, Pablo NO consideró necesario repetir en sus cartas todo lo que decía la ley de Dios, así que no escribió mandamientos sobre shabbats, fiestas, comer limpio, circuncisión, diezmos. Sus epístolas contienen respuestas a temas específicos y no fueron escritas como un nuevo conjunto de leyes para reemplazar la instrucción de Dios que se encuentra en los primeros libros de la Biblia. La Toráh era enseñada en cada shabbat. Hechos 15:21

¿Por qué no tomó Pablo los diezmos de los corintios? 
¿Es este el nuevo modelo a seguir por los ministros, según el Nuevo Testamento?
Entre los corintios se contaban algunos de los que más se oponían al apóstol Pablo. En 1 Corintios 9:1-23, él defiende su cargo ministerial y argumenta que tanto él como Bernabé tienen derecho a recibir apoyo financiero de los corintios por su servicio a la congregación. (vv. 13-14). Pero aunque tenían este derecho, explicó Pablo, no lo ejercitaban porque les preocupaba que podría poner un “obstáculo al evangelio” (v. 12). Él no quería ser acusado de codicia o de pretender ser mantenido por los miembros en Corinto. Para evitar tales acusaciones, se rehusó a recibir cualquier tipo de 
ayuda económica de parte de ellos. Vemos que ésta situación no la podemos tomar como doctrina, sino como un suceso aislado debido a los problemas que Pablo estaba pasando.

Para mantenerse económicamente, Pablo trabajaba como fabricante de carpas, que en realidad eran algo como tiendas de oración. (Hechos 18:1-3). En 2 Corintios 11:5-13 Pablo reflexiona sobre su decisión:  “¿O cometí un pecado al humillarme a mí mismo para que ustedes fueran exaltados, porque les prediqué el evangelio de Dios gratuitamente? A otras iglesias despojé, tomando salario de ellas para servirles a ustedes”. 

Luego explica que los hermanos en Macedonia habían pagado los gastos que él no había podido cubrir mientras se hallaba en Corinto: “Cuando estaba con ustedes y tuve necesidad, a nadie fui carga; porque cuando los hermanos llegaron de Macedonia, suplieron plenamente mi necesidad, y en todo me guardé, y me guardaré, de serles carga”  La decisión de Pablo de no aceptar ayuda financiera de los corintios fue una situación excepcional, motivada por las actitudes acusatorias de algunos hermanos de la congregación.

 A quién o a dónde debo diezmar?
Aparte de todo, el Diezmo es un reconocimiento o un aprecio hacia su líder espiritual por la inversión de tiempo que deposita en usted. Usted debe de dar sus ofrendas o diezmos allí donde recibe el alimento, la oración y ministración. Allí donde recibe el consuelo, el consejo, allí donde es liberado, ayudado y motivado. 
Por eso hay que tener buen discernimiento, porque muchas personas son solamente ayudadas por ministerios externos, pero dan de su apoyo a sus pastores que no las cuidan ni se interesan por ellos. SABIDURIA PARA DAR!!


Si no encuentro donde congregarme a quién le entrego el diezmo ? 
Se puede hacer realizando ayuda a quienes tengan necesidades económicas, o definitivamente es una falta el hecho de no tener un lugar donde congregarme?

Nosotros hemos notado que la Iglesia de a poco va evolucionando hacia el internet. Y nos parece lógico porque lo espiritual trasciende fronteras. Así que en años siguientes  muchísimas personas estarán siendo alimentadas y ministradas a través de la red.  Por esto es que también que gente está saliendo de sus iglesias porque ya no encuentran alimento allí. Porque muchas veces lo único que hacen allí sólo es pedir dinero. 
Con todo este volver a las raíces hebreas miles de personas por día son despertadas a la verdad de la palabra y se han levantado ministerios muy fuertes en el internet que sin ánimo de lucro están ministrando y enseñando ininterrumpidamente con toda seriedad.  Así que en un tiempo no muy lejano la gente QUE HA DESPERTADO no estará congregándose en un edificio sino en su casa, estudiando allí la Palabra con quienes tienen también deseos del Señor. 

Así que si usted no se congrega no hay problema, muchos están dejando de hacerlo y no por desobedecer sino porque necesitan realmente alimento espiritual.

Entonces usted NO DEBE dar sus diezmos por dar, usted debe dar allí donde recibe la ayuda, la palabra, la liberación, y si nadie la está guiando, entonces espérese hasta que usted tenga una guía, un mentor, alguien que le aconseja u ora con usted cuando lo necesita, pero no dé sus diezmos por dar, a quien no le brinda una cobertura espiritual. 
 
Y si usted encuentra un ministerio responsable, serio y sano que pide una cuota para dar sus cursos de estudios bíblicos, pague lo que requieren, ya que usted obtendría un gran beneficio y además ellos también invierten muchísimo tiempo de calidad en la gente, por tanto usted estaría apoyando una causa, para que la Palabra de Dios sea difundida.

Y por supuesto, tenga su reserva de dinero para ayudar al que en realidad necesita. Ésto también es un tema difícil, porque a veces la gente es engañada en su buena intención y dá dinero al que se le aviva o al que no quiere trabajar. 

Y este consejo es para todos los que están con esta interrogante. Sea sabio al dar y también sea agradecido. Hoy día es extremadamente difícil encontrar ayuda espiritual genuina, pero si la encuentra y usted de alguna manera está recibiendo beneficio entonces considere un apoyo. Eso sería lo más correcto delante de Dios. 
 
Espero haber comunicado bien esta idea. 😊

Esperamos entonces, hacerles saber a todos de nuestros pensamientos con respecto a los diezmos. Es lo que creemos sinceramente o pensamos que debe ser así. No obstante no decimos que tenemos la razón, sólo tratamos de ser fieles y consistentes con la Toráh y toda la Palabra de Dios. SHALOM! 



 


Adolfo Gustavo & Cristina Blanc-Ramírez 

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